El anuncio de IATA de lanzar su proyecto New Gen ISS, que incluye el nuevo sistema de pago EasyPay, supone un nuevo capítulo en la cada vez más tirante relación entre la asociación aérea y las agencias de viajes. IATA defiende el control de riegos de impago de cara a sus aerolíneas asociadas, mientras que las agencias de viajes denuncian lo que consideran decisiones unilaterales y desequilibrio en la relación entre ambas partes.

Las relaciones entre IATA y las agencias de viajes siempre han estado marcadas por el recelo entre ambas partes. El organismo aéreo, que representa a cerca de 250 compañías aéreas, tiene entre sus misiones la gestión de los cobros de los billetes de sus aerolíneas a través de las agencias de viajes. Para ello cuenta con el sistema de compensación BSP.

Para acogerse a este sistema de liquidación las agencias de viajes han de contar con la correspondiente licencia de IATA, que incluye un contrato y entre sus requisitos el depósito de avales que garanticen el dinero cobrado durante el tiempo que pasa entre la venta del billete y la liquidación al BSP.

La demanda global de viajes aéreos creció un 4,6 por ciento en mayo y desaceleró su fuerte inicio de año, afectada por atentados ocurridos en ciudades importantes y por la fragilidad de la economía global, señaló este jueves la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

La capacidad medida en kilómetros por asiento disponible creció un 5,5 por ciento en el mes, lo que implica que el factor de carga, que indica cuán llenos viajan los aviones, disminuyó 0,7 puntos porcentuales al 78,7 por ciento, indicó IATA en su actualización mensual sobre el tráfico.

“Los trastornos por el atentado en Estambul y las consecuencias económicas por el ‘Brexit’ hacen difícil que veamos un repunte pronto”, señaló Tony Tyler, director de IATA.